2015/01/26

¡Llegó la hora de la transición de cuna a cama! – Parte 2

Me tomó bastante tiempo, ya lo sé, pero aquí finalmente está la entrada de seguimiento a “¿Llegó la hora de la transición de cuna a cama? – Parte 1”. Hay varios motivos por los cuales me tomó tanto tiempo para escribir esta (o cualquier) entrada, incluyendo por supuesto las actividades de Navidad y fin de año, las dos semanas de “vacaciones” en diciembre sin guardería y con mal tiempo afuera y dos niñas resfriadas en casa (probablemente deba escribir una entrada sobre esas dos semanas en algún momento…), pero también por motivo de la transición de cunas a camas – ya que mis valiosas dos horas de silencio durante las siestas de la tarde desaparecieron y aparentemente no volverán. Pero para quienes también están considerando hacer la transición de cuna a cama pronto: no se preocupen, ¡no solamente hay malas noticias! Sigan leyendo para nuestras experiencias hasta ahora con respecto a la transición de nuestras gemelas de cunas a camas: lo bueno y lo malo, los éxitos y los desastres…

¿Llegó la hora de la transición de cuna a cama? – Parte 1

(Esta es la traducción al español de la entrada Time for Big-Kid beds? - Part 1, escrita en noviembre 2014.)



El sábado pasado, el día empezó con un golpe duro, seguido por el llanto de una de nuestras hijas. O al menos, el día de mi esposo empezó así; por suerte yo no lo oí ya que fui a correr temprano en la mañana y regresé a casa justo unos minutos después de lo ocurrido. Cuando mi esposo entró al cuarto de nuestras hijas encontró a una de ellas sentada en el piso entre las dos cunas. Sabíamos que esto pasaría en algún momento, era sólo una cuestión de tiempo hasta que descubrieran cómo salir de las cunas. Pero esperábamos contar con un poquito más de tiempo… Afortunadamente nuestra hija estaba bien y la caída no le dejó ningún bulto o moretón – parece que fue una buena elección poner alfombra en los pisos.